Entre 3 y 6 años, en esa fase los movimientos se enfocan en juegos que estimulan los movimientos y dan base para que más tarde el niño aprenda los movimientos más complejos. A partir de los 7 años las clases se centrará en el dominio del cuerpo y en la musicalidad, requiriendo cada vez más disciplina y concentración de los pequeños.
Fuerza, concentración y destreza: los tres secretos que esconde el ballet El ballet ayuda a ganar flexibilidad así como a tonificar la zona del core, mientras trabajamos el resto de músculos.
El ballet clásico es una de las danzas más admiradas del mundo.Se trata de una de las disciplinas de entrenamiento más duras y completas debido al gran esfuerzo físico que requiere. Debemos sacarnos de la cabeza esa imagen de niñas con tutús rositas porque, a día de hoy, el ballet es una opción ideal para mantenerse en forma, tengas la edad que tengas.
Las personas que lo practican, especialmente en el mundo profesional, suelen tener una figura que, aunque pueda parecer delgada, está totalmente compuesta de fibra y fuerza muscular. En una clase de ballet ejercitamos brazos, piernas, pies , abdominales y, por supuesto, las articulaciones. Pero más allá de mantener en forma nuestro cuerpo, también ayuda a desconectar nuestra mente de la rutina, ya que se centra única y exclusivamente en la danza, en cada paso, en el ritmo o en la coordinación de los movimientos.
El ballet, además, ayuda a ganar flexibilidad así como a tonificar la zona del core, mientras trabajamos el resto de músculos. Con todo ello, las piernas deben mantenerse fuertes para que la colocación sea la correcta y, por tanto, realizar giros y movimientos sin forzar otras partes del cuerpo.
- El ballet es la mezcla perfecta de salud y arte Se trabaja la tonificación de los músculos mientras se disfruta de una expresión artística.
- Fortalece todas las partes del cuerpo.
- Hay que trabajar la elasticidad muscular. El estiramiento en profundidad 'stretching', es el trabajo que, día a día, los bailarines realizan para trabajar la flexibilidad.
- Es una disciplina que es preferible empezar en la infancia, Sin embargo, debemos decir que nunca es tarde para aprender porque es una actividad que se puede practicar a cualquier edad.
- El core del bailarín siempre está en tensión Esta zona engloba desde la parte baja de la espalda y la zona abdominal, hasta el suelo pélvico o los glúteos y se considera el centro de gravedad de nuestro cuerpo, ya que une el tren superior y el tren inferior. En el ballet, la franja del core debe mantenerse siempre presionada mientras que, al mismo tiempo, se trabaja en una respiración fluida, imprescindible para todo trabajo muscular.
- Una postura bonita se aprende con el tiempo Colocar correctamente los brazos y manos es una de las tareas más difíciles de todo bailarín. Hay que saber tanto la postura adecuada, como realizar el movimiento sin aparentar ningún tipo de tensión.
- Se necesita mucha concentración para practicarlo.
Cada movimiento está pensado para que todas las partes del cuerpo (independientes unas de otras) se muevan de forma diferente. La mente de los bailarines debe estar centrada en todo lo que suceda durante la coreografía.