Ondas de choque focales : tecnología de vanguardia para múltiples lesiones
Se trata de aplicar ondas acústicas de alta frecuencia y energía sobre los tejidos. El profesional usa un aplicador que emite entre una y cuatro ondas sonoras de alta velocidad por segundo, a través de un cabezal que se coloca sobre el lugar a tratar.
Las ondas de choque producen una serie de efectos biológicos en el tejido diana. De esta forma, los tejidos responden a la onda inflamándose, y después producen una respuesta regeneradora. Sus principales efectos son dos:
Efecto analgésico: se produce porque se inhibe la llamada “sustancia P”, que tiene una función de neuromodulador y neurotrasmisor del dolor.
Efecto de regeneración tisular: Es consecuencia del aumento de la irrigación sanguínea y la creación de factores de crecimiento autólogos y de células madre. Además, el tratamiento de ondas de choque acelera la producción de colágeno, que es un elemento esencial para reconstruir los tejidos dañados.
La aplicación de las ondas de choque no requiere analgesia ni anestesia. El número de sesiones necesario en un tratamiento de ondas de choque varía en función de la patología a tratar. No obstante, suele oscilar entre tres y cinco sesiones, una sesión por semana.
Ondas de choque focales y radiales
Como ya te explicamos en este artículo, hay dos tipos de aparatos de ondas de choque. La diferencia entre ellos está en cómo propagan la onda.
En las ondas de choque radiales la propagación tiene una tendencia expansiva. Por eso, su alcance llega hasta los cinco centímetros. Este es el tipo de onda usado habitualmente en fisioterapia. La musculatura, los ligamentos o los tendones no están a una profundidad excesiva.
En las ondas de choque focales la propagación se focaliza en un punto. Gracias a la aplicación de un gel, que facilita dirigir la onda, es posible alcanzar tejidos hasta a doce centímetros de profundidad. Los aplicadores de ondas de choque focales abarcan, por tanto, un rango mucho más amplio de tratamientos.
En Clínica Diego Pérez trabajamos con la más avanzada tecnología y las ondas de choque se han convertido en un imprescindible para abordar patologías comunes como:
Tendinopatías: Las tendinopatías, como la tendinitis del tendón de Aquiles o del manguito rotador, se benefician significativamente del tratamiento con ondas de choque. Varios estudios han demostrado que este tratamiento puede reducir el dolor y mejorar la funcionalidad en pacientes con problemas tendinosos, acelerando la recuperación.
Espolón calcáneo: El espolón calcáneo generalmente se asocia con dolor en el talón, y las ondas de choque han mostrado ser efectivas para aliviar esta molestia. Al aplicar las ondas en la zona afectada, se puede reducir la inflamación y el dolor asociado, permitiendo una mejor calidad de vida.
Calcificaciones: Especialmente en el hombro, las calcificaciones pueden ser dolorosas e incapacitantes. El tratamiento con ondas de choque ha demostrado ser eficaz en disolver estas calcificaciones y mejorar la movilidad, permitiendo a los pacientes regresar a sus actividades cotidianas.
Fascitis Plantar: Esta condición, caracterizada por dolor en la planta del pie, se beneficia de las ondas de choque al reducir la inflamación y estimular la curación del tejido fascial. Las investigaciones han demostrado que este tratamiento puede ser efectivo en la disminución del dolor y la mejora de la función, permitiendo retomar actividades diarias.
Ventajas del tratamiento
Eficaz y rápido: Muchos pacientes reportan mejoría en pocas sesiones.
Versátil: Se puede aplicar en diversas patologías musculoesqueléticas.
No invasivo: No requiere cirugía ni anestesia.
Pocos efectos secundarios: En general, los efectos secundarios son mínimos y temporales, como un ligero enrojecimiento o molestia en el área tratada.
Conclusión
El tratamiento con ondas de choque focales es una opción efectiva y segura para abordar diversas condiciones musculoesqueléticas, incluyendo tendinopatías, espolones calcáneos ,fascitis plantar y calcificaciones.